La fraternidad es un valor universal común a muchas
creencias e ideologías; cómo no, también al cristianismo y al socialismo, así
como los principios de igualdad, compasión, solidaridad; incluso la “teología
de la liberación” aboga por luchar por la justicia social. Así que se propaga
una injusta verdad a medias: Si ayudas a un pobre, te comportas como un
cristiano. Si preguntas por qué hay pobres, te comportas como un socialista.
Existe también un principio ético común que consiste en el
respeto al otro para ser respetado. Sus raíces son ancestrales y se transmite
en la tradición convirtiéndose en un principio espiritual que podemos
considerar universal. Veamos algunos ejemplos:
“Todo lo que queréis
que os hagan los hombres, hacédselo vosotros también a ellos” (Mateo). “Lo que
no desees para ti no se lo hagas a los demás” (Confucio). “¿Cómo puedo hacer a
otro algo que no deben hacerme a mí?” (Budismo). “Desea para los hombres lo que
deseas para ti mismo, así serás musulmán” (Mahoma). En una línea similar,
Vivekananda pregona desde el hinduismo: “Nosotros no sólo creemos en la
tolerancia universal, sino que pensamos que todas las religiones son
verdaderas” –buena lección de tolerancia desde el relativismo–. Séneca nos
sentencia: “Debes vivir para el otro si quieres vivir para ti”. Y Gandhi
propaga este hermoso principio: “El Ganges de los derechos nace en el Himalaya
de los deberes”.
Algunos principios cristianos:
Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con
vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces. Bienaventurados los que
padecen persecución por causa de la justicia. Así alumbre vuestra luz delante
de los hombres, para que vean vuestras buenas obras. Ponte de acuerdo con tu
adversario pronto. Ni por tu cabeza jurarás, porque no puedes hacer blanco o
negro un solo cabello. Pero sea vuestro hablar: Sí, sí; no, no; porque lo que
es más de esto, de mal procede. No os hagáis tesoros en la tierra, donde la
polilla y el orín corrompen, y donde ladrones minan y hurtan… Porque donde
esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón. ¡Hipócrita! saca
primero la viga de tu propio ojo, y entonces verás bien para sacar la paja del
ojo de tu hermano. El que dice que ama a Dios y desprecia al hermano es un
mentiroso.
Algunos principios socialistas:
Libertad, igualdad y solidaridad. Ética
social. Conciencia de las situaciones de injusticia. Superación de las
desigualdades sociales. Afirmación de la dignidad de todas las personas. Defensa
de los derechos universales materiales y espirituales.
Algunos principios de la Teología de la
Liberación:
Liberación de la esclavitud y la pobreza. Compasión
y compromiso por el que sufre. Ayudar a conocer y superar la propia situación
de injusticia de los pueblos oprimidos. Recuperar la dignidad a través de la
educación y la defensa de los derechos.
Algunas acciones del poder en los años
ochenta (Reagan, Tacher y Juan Pablo II, como jefe del Estado Vaticano):
Identificar Teología de la Liberación con comunismo/socialismo. Censurar que el cristiano intervenga para cambiar las situaciones de injusticia mantenidas por los estados. Perseguir y condenar, especialmente en América Latina, la “Teología de la Liberación”. Intervenir o apoyar la intervención militar para mantener a dictadores partidarios de sus planes políticos, económicos o religiosos.
Identificar Teología de la Liberación con comunismo/socialismo. Censurar que el cristiano intervenga para cambiar las situaciones de injusticia mantenidas por los estados. Perseguir y condenar, especialmente en América Latina, la “Teología de la Liberación”. Intervenir o apoyar la intervención militar para mantener a dictadores partidarios de sus planes políticos, económicos o religiosos.