Ayer, 22 de junio de 2014, al final
de la tarde, un estruendo ensordecedor de bocinas, gritos y petardos inundando
las calles de la ciudad nos sorprendió sin saber a qué podía deberse tanta
muestra de jolgorio.
¿Por fin los cien mil parados cordobeses habían encontrado empleo? ¿O es que los cientos de desahuciados habían recuperado sus casas? ¿Se trataba quizás de que los ladrones de guante blanco habían entrado en masa en la cárcel? ¿Podría ser que el gobierno hubiera anunciado que de ahora en adelante aplicaría políticas pensando en los que menos tienen obligando a que los más ricos paguen las consecuencias de la crisis económica que ellos provocaron? ¿A ver si Felipe VI se ha cansado de reinar y acaba de abdicar? ¿No será más probable que la ciudadanía haya comprendido por fin que si no se rebela contra las políticas injustas e inhumanas todo irá empeorando?
¿Por fin los cien mil parados cordobeses habían encontrado empleo? ¿O es que los cientos de desahuciados habían recuperado sus casas? ¿Se trataba quizás de que los ladrones de guante blanco habían entrado en masa en la cárcel? ¿Podría ser que el gobierno hubiera anunciado que de ahora en adelante aplicaría políticas pensando en los que menos tienen obligando a que los más ricos paguen las consecuencias de la crisis económica que ellos provocaron? ¿A ver si Felipe VI se ha cansado de reinar y acaba de abdicar? ¿No será más probable que la ciudadanía haya comprendido por fin que si no se rebela contra las políticas injustas e inhumanas todo irá empeorando?