23 jun 2014

Córdoba enloquece

Ayer, 22 de junio de 2014, al final de la tarde, un estruendo ensordecedor de bocinas, gritos y petardos inundando las calles de la ciudad nos sorprendió sin saber a qué podía deberse tanta muestra de jolgorio. 

¿Por fin los cien mil parados cordobeses habían encontrado empleo? ¿O es que los cientos de desahuciados habían recuperado sus casas? ¿Se trataba quizás de que los ladrones de guante blanco habían entrado en masa en la cárcel? ¿Podría ser que el gobierno hubiera anunciado que de ahora en adelante  aplicaría políticas pensando en los que menos tienen obligando a que los más ricos paguen las consecuencias de la crisis económica que ellos provocaron? ¿A ver si Felipe VI se ha cansado de reinar y acaba de abdicar? ¿No será más probable que la ciudadanía haya comprendido por fin que si no se rebela contra las políticas injustas e inhumanas todo irá empeorando?

No tardamos en enterarnos de que la cosa era de mucho mayor calado: El equipo del Córdoba C. F. acababa de empatar el partido contra Las Palmas, lo que suponía que la temporada que viene jugaría en Primera División, para lo que había tenido que esperar 42 años. Me alegro. ¡Enhorabuena!



4 comentarios:

  1. Qué magistral entrada! Solo cabe decir: chapó.

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  2. Enhorabuena, Pepe, por tu fino sentido del humor y enhorabuena, a pesar de todo, a todos los que se han alegrado con el ascenso del Córdoba a 1a, entre los que me cuento, naturalmente. Ojalá algun día, ciertamente, las personas, en Córdoba, en el Brasil y en todo el mundo, seamos capaces de poner tanto corazón en la construcción de un mundo mejor para todos como en la celebración de un simple título deportivo.

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  3. Me encanta esta entrada y los comentarios que se han hecho en ella, porque refleja lo que muchos y muchas pensamos: es necesario luchar pacíficamente por lo que es justo, solo así las cosas cambiarán. Independientemente de que la gente sienta alegría y celebre cosas, pero e necesario devolver a todos y a todas la dignidad en esta sociedad actual, y eso solo es posible con esfuerzo y lucha pacífica. ¡Mucho ánimo porque entre todos y todas podremos conseguirlo, ya lo estamos logrando!




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    1. Bueno, no es que a mí no me guste el fútbol o no disfrute con los éxitos del equipo de mi tierra, así como con el buen juego limpio ejercido con nobleza por cualquier otro equipo. Lo que me parece excesivo es ese delirio colectivo que eleva a lo más alto de los valores humanos el conseguir a toda costa los triunfos y, luego, en lo que realmente es importante para las personas domine el individualismo y el que cada uno se apañe como pueda. Así que me alegra coincidir con vuestro criterio y agradezco vuestros comentarios.

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