25 nov 2014

ELIMINAR LA VIOLENCIA CONTRA LAS MUJERES

Cuando un hombre se cree y actúa sintiéndose superior a la mujer, suele mostrar en la convivencia, tal vez de forma inconsciente, constantes síntomas de ejercer su dominio, de someterla, de imponerle su voluntad, su criterio, su opinión, sus gustos y sus caprichos.  Se puede caer en el error de interpretar esta actitud como una natural y amorosa inclinación a protegerla. Lo que realmente ocurre es que anula su autoestima, su seguridad y su dignidad. La persistencia cultural de este rol perverso puede llegar a hacer pensar al hombre que la mujer es como un objeto de su posesión. El maltrato psicológico desemboca a veces en brutal violencia contra las mujeres.


Cuando una mujer se considera inferior al hombre, condicionada por una cultura machista ancestral, está contribuyendo, sin quererlo, a labrar su propia desgracia y a perpetuar la cultura de la desigualdad entre los géneros. El enamoramiento puede nacer contaminado de sumisión y miedo. Así se da la paradoja de considerar los celos, el control, la manipulación y el maltrato como señales de amor. La víctima se envuelve en ciegos argumentos que una y otra vez la llevan a perdonar a un hombre que suele tener una gran capacidad de seducción. Su engañosa fama de hombre cortés y amable ante los demás oculta el drama que puede estar viviendo la mujer sometida.

Ante estas realidades, solo cabe que cada hombre asuma la igualdad de derechos, reflexione sobre sus propias actitudes ante las mujeres y compare si sus modos de actuar se podrían justificar si las mujeres se portaran de modo simétrico. En cuanto a los machistas más violentos y pertinaces, si no fuera posible su rehabilitación, el mejor tratamiento es el del rechazo social, el aislamiento, la denuncia y, por encima de todo, la eficaz protección de las víctimas.


La coeducación en el respeto mutuo, la igualdad de derechos, la autoestima y la dignidad de cada persona es el mejor instrumento para que las mujeres dejen de creerse inferiores, defiendan su derecho a ser respetadas y amadas sin confundir el amor con la sumisión al hombre. Ellas sabrán establecer los límites para no acabar seduciendo con sus encantos físicos renunciando a sus derechos y al esfuerzo prioritario de potenciar otros valores personales.

Si la educación es necesaria para conseguir erradicar la lacra de la violencia contra las mujeres, con la ley y el apoyo social, unidos en el empeño mujeres y hombres, hay que anticiparse para evitar los crímenes que cada año llevan la tragedia a decenas de hogares.



9 nov 2014

GANEMOS CÓRDOBA

El abuso de poder de los gobernantes contra la ciudadanía, imponiendo con descaro la doctrina neoliberal, ha llevado a la merma de derechos cívicos y al empobrecimiento de las clases bajas de la población mientras ha beneficiado a las clases altas, a los altos cargos del poder político y a los que incrementan sin límites su poder económico. Si a esto unimos la corrupción que mina como la carcoma el sistema democrático con total impunidad de los responsables, es inevitable que la ciudadanía quiera poner coto a tanto desmán y se organice para cambiar las cosas. La respuesta está surgiendo en todo el ámbito nacional.

Esto es lo que significa GANEMOS CÓRDOBA. Una agrupación de ciudadanos que se quiere entregar a la tarea de mover las conciencias de los ciudadanos y las ciudadanas para que se consideren sujetos de derechos cívicos y pertenecientes a una clase social vejada. Por diversos motivos, gran parte de la masa social que constituyen las clases trabajadoras, los parados, los jubilados y los pobres sin techo, viven en estado de shock, alienados, engañados, que votan una y otra vez a sus propios verdugos. Si no conseguimos dotarnos de una cultura democrática en la que todos los marginados por el poder luchen por sus derechos, nunca saldremos de este círculo vicioso de la desigualdad, la opresión y la injusticia. GANEMOS CÓRDOBA (que en origen se llamó Asamblea ciudadana de Córdoba) asume el compromiso de intentar ayudar a que sea posible forjar esa cultura democrática que nos permita controlar nuestro futuro.


Esta mañana de domingo se celebró la V asamblea de GANEMOS CÓRDOBA (como indica el cartel) en la que más de quinientas personas, sintonizando con el descontento general, decidieron constituirse en Agrupación de electores, sin siglas ni banderas de partidos, de ciudadanos libres e independientes, para, si llegara el caso, presentar una candidatura abierta a la participación de toda la ciudadanía con un programa a las próximas elecciones municipales. No será el fin de GANEMOS CÓRDOBA ganar la alcaldía de la ciudad; mucho más importante es que la mayoría de la gente de Córdoba adquiera una cultura democrática responsable y tome conciencia de pertenecer a una clase que tiene que luchar por que se respeten sus derechos. A los que no los respetan hay que echarlos del poder. Juntos podemos.