30 sept 2016

FORMACIÓN DE ACTITUDES CÍVICAS

El par dialéctico formación-acción cívica colectiva solidaria 
gesta la conciencia social imprescindible para la emancipación de los pueblos.
J. Castaño

  
                                                                                     
Estoy convencido de que el mito de Sísifo no es tan fatalista si pensamos que la montaña se irá erosionando con el esfuerzo de generaciones. Pienso en los efectos que produciría el empeño titánico de contraeducar al pueblo para la democracia. La cultura hegemónica impuesta por el capitalismo dominante no va a garantizar la formación de una mayoría ciudadana en el compromiso cívico de luchar por la justicia social y la igualdad de las gentes (sin olvidar la de género) en un planeta habitable. Al contrario, el poder lo impide propiciando la depuración de los elementos rebeldes al sistema injusto con el apoyo insolidario de la mayoría.

El FCSM se propuso como objetivos, en primer lugar, impulsar y apoyar la batalla política; en segundo lugar, y como objetivo prioritario e ineludible, profundizar la formación necesaria de sus miembros para diseñar las estrategias eficaces que consigan concienciar a la mayoría para la participación cívica, siempre en el horizonte de los DDHH y la Carta de la Tierra. Hay que reflexionar para comprender qué obstáculos dificultan el poder conseguir que esa mayoría llegue a rechazar sus creencias erróneas forjándose criterios libres de manipulaciones sobre la realidad política, económica y social que padecemos para que cada persona asuma su compromiso social.

Testimonios de autores, algo olvidados, pueden orientarnos sobre este difícil proceso. Insisten en que solemos afrontar los cambios con la racionalidad que nos viene alumbrando desde los tiempos ilustrados, sin percatarnos de que el pensamiento que condiciona toda la actividad humana está “orientado” en más del noventa por ciento por nuestro sistema inconsciente. Éste, acosado por prejuicios, mitos, dogmas y clichés, es sumamente vulnerable a la manipulación. Con mis dudas a cuestas, los ejemplos que cito invitan a reflexionar sobre las manipulaciones y los obstáculos, propios y ajenos, que bloquean las acciones de cambio. Claman por la necesidad de organizar un plan de actuación colectiva que afronte la complicada y perseverante tarea de hacer emerger la deseada conciencia social mayoritaria: hacer realidad el D+1 que persigue el Frente Cívico.

Obstáculos frente al cambio

Joseph Stiglitz. Sobre la dificultad de cambiar de opinión, de actitud o de creencias, dice: La información que es acorde se recuerda, se considera relevante y refuerza las convicciones. La información que es desacorde tiene más probabilidades de ser ignorada, minimizada u olvidada. Esa distorsión se denomina ‘Sesgo de confirmación’… Las convicciones y las percepciones, estén o no basadas en la realidad, afectan a la conducta… Pero, por muy importantes que sean las percepciones y las convicciones a la hora de condicionar las conductas individuales, resultan aún más importantes a la hora de condicionar la conducta colectiva…

Josep Fontana. Citando a Lakoff dice: Las creencias cognitivas y del cerebro han mostrado que la mayor
parte de nuestro pensamiento ¾tanto como el 98 por ciento¾ es inconsciente… La mayoría de los políticos, sobre todo los de izquierdas, creen que la gente piensa siempre conscientemente y que “si se le da los hechos, la mayoría razonará las conclusiones correctas. Resulta contradictorio que estos políticos obvien, más o menos inconscientemente, que la gente deseche cualquier evidencia real que no esté conforme con las convicciones previas. Y lo desconcertante es que la propia izquierda combativa ignore algunos movimientos si se salen del campo visual de sus anteojeras.

Susan George. Demos un paso más: En la ficción del informe Lugano, con respecto a la manipulación en interés del poder, se asegura que lo importante es provocar reflejos, no una reflexión. En este sentido habla de constructores de creencias y cita a Gramsci que elaboró, como veremos, el concepto de hegemonía cultural que garantiza la superioridad ideológica. Trasladable también dramáticamente a la desigualdad de género.

El MEN (Modelo Económico/ideológico Neoliberal) ha conseguido en los últimos 40 años, mediante una poderosa y eficaz propaganda, que las masas asuman inconscientemente un código de creencias, mitos, dogmas y principios que justifican cualquier actuación del poder. George explica el sutil proceso que ha llevado al éxito al Tea Party. El partido ultraconservador utiliza los acontecimientos del té en Boston, sin tener en cuenta las circunstancias históricas, para que la gente crea sin discusión que el Estado no puede obligar a pagar impuestos. Y se convierte en una sólida creencia que el Estado no es la solución [a cualquier crisis], sino el problema. Cuanto más repiten este tipo de mitos, más personas están de acuerdo y más refuerzan esta convicción. La izquierda está en desventaja porque le es esencial el juego limpio, que a veces se olvida.

Antonio Gramsci. Habla de la necesidad de una preparación ideológica de la masa. Y, como señala Susan George, habla de una hegemonía cultural. Sobre esto dice: Cada grupo social, al nacer en el terreno originario de una función esencial en el mundo de la producción económica, se crea conjunta y orgánicamente uno o más rangos de intelectuales que le dan homogeneidad y conciencia de la propia función, no sólo en el campo económico sino también en el social y en el político. Y en otro momento concluye: La preparación ideológica de la masa es, por consiguiente, una necesidad de la lucha revolucionaria, es una de las condiciones indispensables para la victoria. Lucha que debe incluir la de la emancipación de la mujer del dominio machista.



Educación para la emancipación del pueblo

Ferrer i Guardia. Creador de La escuela Moderna, aseguraba: Con los sistemas [de enseñanza] empleados… se trata de imponerle [a la infancia] pensamientos hechos; de impedirle para la conservación de las instituciones de esta sociedad; de hacer de él, en suma, un individuo estrictamente adaptado al mecanismo social… es decir a la formación de seres que acepten todos los convencionalismos, todas las preocupaciones, todas las mentiras sobre las que está fundada la sociedad.
Nos ofrece estas líneas pedagógicas: Demostrar a los niños que mientras un hombre dependa de otro hombre se cometerán abusos y habrá tiranía y esclavitud; estudiar las causas que mantienen la ignorancia popular; conocer el origen de todas las prácticas rutinarias que dan vida al actual régimen insolidario; fijar la reflexión de los alumnos sobre cuanto a la vista se nos presenta, tal ha de ser el programa de las escuelas racionalistasLa Escuela Moderna pretende combatir cuantos prejuicios dificulten la emancipación total del individuo [sin olvidar el doble esfuerzo para la emancipación de la mujer, añadiría yo], y para ello adopta el racionalismo humanitario, que consiste en inculcar a la infancia el afán de conocer el origen de todas las injusticias sociales para que, con su conocimiento, puedan luego combatirlas y oponerse a ellas. Hoy por hoy, reconocer el drama que causa el machismo cultural está por cumplirse.

Paulo Freire. Se preguntaba sobre cómo cambiar la situación política y social brasileña: ¿Dónde buscar las condiciones de las cuales hubiese surgido una conciencia popular democrática, permeable y crítica, sobre la
cual se hubiese podido fundar auténticamente el Estado democrático?… Para entender esta dificultad, responde con una cita de Zevedei Barbu: … necesitan una específica disposición mental (frame of mind), esto es, ciertas experiencias, actitudes, prejuicios y creencias compartidas por todos o al menos por una gran mayoría.
También señala: Defendemos el proceso revolucionario como una acción cultural dialogada conjuntamente con el acceso al poder en el esfuerzo serio y profundo de concienciaciónLa pedagogía del oprimido [y de la oprimida en doble frente], como pedagogía humanista y liberadora tendrá, pues, dos momentos distintos aunque interrelacionados. El primero, en el cual los oprimidos van desvelando el mundo de la opresión y se van comprometiendo, en la praxis, con su transformación, y, el segundo, en que, una vez transformada la realidad opresora, esta pedagogía deja de ser del oprimido y pasa a ser la pedagogía de los hombres en proceso de permanente liberación.



¿Cómo se organiza el poder para imponer su dominio burlando las ansias emancipadoras?

Es evidente que el sistema neoliberal ha roto el contrato social: el eslabón que tiende a unir el presente con nuestro pasado de luchas por mejorar el futuro de la gente. Manipula y desactiva ese titubeante afán histórico aumentando sus privilegios y ocultando la corrupción. Ha provocado lo que Gramsci llamaba la crisis orgánica con la consiguiente quiebra social. La democracia, en la que el poder, aunque legítimamente constituido, impide la democratización de las instituciones situadas en la base de la sociedad (familia, escuela, fábrica, municipio, universidad), es una democracia fallida o falsa. En estas llamadas democracias, el enemigo es la ciudadanía crítica: el poder usará todas las armas, en especial los medios de propaganda, para vencerlo.Malcolm X, ya advertía: Si no estamos prevenidos, los medios de comunicación harán que odiemos al oprimido y amemos al opresor. La falta de transparencia que oculta esta perversión política se vale de la manipulación de la información produciendo en la ciudadanía una disociación cognitiva (la mentira es verdad; la verdad, mentira) que en los casos extremos conduce a la disociación psicótica, al fanatismo y a la violencia fratricida. Hoy se están usando estrategias que ya usara el régimen nazi. Boaventura de Sousa Santos habla de fascismo social. No sería complicado identificar las tácticas del neoliberalismo (sigo la idea de Carlos Enrique Bayo) con cada uno de los once principios creados por Joseph Goebbels:



1.- Principio de simplificación y del enemigo único. Adoptar una única idea, un único símbolo; Individualizar al adversario en un único enemigo y atacarlo con todas las armas del poder.
2.- Principio del método de contagio. Reunir diversos adversarios en una sola categoría o individuo.
3.- Principio de la transposición. Cargar sobre el adversario los propios errores o defectos, respondiendo el ataque con el ataque. Si no puedes negar las malas noticias, inventa otras que las distraigan.
4.- Principio de la exageración y desfiguración. Convertir cualquier anécdota, por pequeña que sea, en amenaza grave.
5.- Principio de la vulgarización. Toda propaganda debe ser popular, adaptando su nivel al menos inteligente de los individuos a los que va dirigida. Cuanto más grande sea la masa a convencer, más pequeño ha de ser el esfuerzo mental a realizar. La capacidad receptiva de las masas es limitada y su comprensión escasa; además, tienen gran facilidad para olvidar.
6.- Principio de orquestación. La propaganda debe limitarse a un número pequeño de ideas y repetirlas incansablemente, presentadas una y otra vez desde diferentes perspectivas pero siempre convergiendo sobre el mismo concepto. Sin fisuras ni dudas. De aquí viene también la famosa frase: Si una mentira se repite suficientemente, acaba por convertirse en verdad.
7.- Principio de renovación. Hay que emitir constantemente informaciones y argumentos nuevos a un ritmo tal que cuando el adversario responda el público esté ya interesado en otra cosa. Las respuestas del adversario nunca han de poder contrarrestar el nivel creciente de acusaciones.
8.- Principio de la verosimilitud. Construir argumentos a partir de fuentes diversas, a través de los llamados globos sondas o de informaciones fragmentarias.
9.- Principio de la silenciación. Callar las cuestiones sobre las que no se tienen argumentos y disimular las noticias que favorecen al adversario, también contraprogramando con la ayuda de medios de comunicación afines.
10.- Principio de la transfusión. Por regla general la propaganda opera siempre a partir de un sustrato preexistente, ya sea una mitología nacional o un complejo de odios y prejuicios tradicionales; se trata de difundir argumentos que puedan arraigar en actitudes primitivas.
11.- Principio de la unanimidad. Llegar a convencer a mucha gente que se piensa “como todo el mundo”, creando impresión de unanimidad.

Con estas estrategias, el poder se blinda y justifica sus leyes. Así, hace creer que  benefician al pueblo la Ley mordaza, la Ley hipotecaria, la Reforma laboral, la Ley fiscal, la LOMCE, el rescate financiero, los recortes, las privatizaciones… La mayor garantía para perpetuar este despotismo radica en aplicar medidas represivas y el control de los medios, del lenguaje y del sistema educativo. Este perverso sistema persigue dificultar la detección de las injusticias sociales y mantener el poder. La inducida y consentida ceguera ciudadana consolida una cultura hegemónica contraria a los derechos humanos que el poder, cínicamente, dice defender.

Alienación del lenguaje; eufemismos manipuladores:

James Petras (Política del lenguaje):
Denuncia de forma rotunda: El lenguaje, los conceptos y los eufemismos son armas importantes de la lucha 
de clases «desde arriba», concebidos por periodistas y economistas capitalistas para maximizar la riqueza y el poder del capital. En la medida en que los críticos progresistas e izquierdistas adoptan estos eufemismos y su marco de referencia, sus críticas y las alternativas que proponen se ven limitadas por la retórica del capital. Poner «comillas» entre los eufemismos puede ser una señal de desaprobación, pero no sirve para promover un marco analítico distinto, necesario para el éxito de la lucha de clases «desde abajo». Y lo que es igual de importante, elude la necesidad de una ruptura fundamental con el sistema capitalista, incluido su lenguaje corrupto y sus conceptos engañosos. Entre los eufemismos más repetidos cita el término mercado.

Al margen de mitologías religiosas y de metonimias literarias, en la política y en la vida, las palabras no deberían ser dogmas ni retóricas metáforas gongorinas, sino referentes significativos de la realidad en una red sistémica que llamamos lenguaje, un modelo que se procesa de manera colectiva y dinámica. La libertad recrea el lenguaje redefiniendo el sentido de las palabras constantemente. Pero también busca el consenso de los significados, un hecho imprescindible para entendernos y comunicarnos huyendo de falseamientos. La alienación, en cambio, dinamita la dimensión colectiva del lenguaje al trastocar las semánticas de manera autoritaria. El poder neoliberal trastoca el lenguaje libre (sobran ejemplos) para implantar un pensamiento único: se apropia de los significantes lingüísticos en razón de sus intereses manipulando el significado convencional, y, a su vez, se apropia del proceso de producción comunicacional, trasladando el efecto alienante a la gente convertida en meros receptores-repetidores pasivos que consolidan con su uso la eficacia de la manipulación oculta, falseando la vida democrática y alimentando una escuela sumisa.
                                                  .        
Adorno
El lenguaje, incluido el semiótico (sin olvidar que no es sólo léxico; es sobre todo, diálogo, discurso, relato, informe…), se adquiere en el medio social, que empieza en la casa; se limpia, fija y puede alcanzar esplendor y precisión en el medio cultural, que se inicia en la escuela. En el lenguaje anidan las verdades y las mentiras que condicionan nuestras vidas Es una tarea pendiente la de desvelar la realidad oculta por el engaño y reivindicar la pureza de las palabras, el derecho a mantenerlas vivas participando como emisores autónomos, en igualdad de condiciones pero respetando la realidad heterogénea de los individuos. Esto forma parte del proceso de emancipación colectiva (la mujer en la doble circunstancia de marginalidad social y desigualdad de género) por medio de la reeducación, no conductista, basada en la propia experiencia. Coincide con lo que opina Adorno en su obra Educar para la emancipación, que dice: En esta medida educación para la experiencia y educación para la emancipación son /…/ idénticas entre sí.


¿Podemos cambiar la situación?

La enorme dificultad que supone cambiar el actual sistema hegemónico del poder económico y político neoliberal para conseguir la emancipación de las personas (incluida la necesidad de la doble emancipación de la mujer, como venimos exigiendo), que debe ser tarea de las democracias, plantea la necesidad de formarse para ahondar en la comprensión de la realidad y, así, capacitarse para diseñar y aplicar estrategias educativas que fuercen los cambios de las actitudes, con los usos transparentes del lenguaje para desvelar esa realidad, con el análisis crítico para reinventar el propio sistema educativo en todos los niveles y con la mayor influencia posible en los ámbitos relacionados con los medios de comunicación. No se trata de asaltar los cielos, sino de cambiar la escuela, el instituto, la universidad, la prensa, la radio, la televisión y las redes sociales. ¿Se puede?

El citado Boaventura (Una nueva política emancipatoria) nos dice: La utopía del neoliberalismo es conservadora, porque lo que hay que hacer para resolver todos los problemas es radicalizar el presente. Esa es la teoría que está por detrás del neoliberalismo. O sea: hay hambre en el mundo, hay desnutrición, hay desastre ecológico; la razón de todo esto es que el mercado no ha logrado expandirse totalmente. Cuando lo haga, el problema estará resuelto. Tenemos que cambiar esta utopía conservadora por una utopía crítica, porque [sentencia] aún las utopías críticas de la modernidad –como el socialismo centralizado– se convirtieron, con el tiempo, en una utopía conservadora… Estamos en un contexto donde legalidad, derechos humanos, democracia son realmente instrumentos hegemónicos, y por lo tanto no van a lograr por sí mismos la emancipación social; su rol, por el contrario, es impedirla. Lo central en nuestra cuestión es saber si los instrumentos hegemónicos pueden tener un uso contra-hegemónico. ¿Cómo crear y hacer un uso contra-hegemónico de la legalidad? ¿Cómo hacer un uso contra-hegemónico de los derechos humanos y de la democracia?
En resumen, hay que conseguir que la mayoría sea consciente de la necesidad de defender sus derechos (incluyendo los derechos de la mujer) creando un contra-poder en todos los frentes, de los que el educativo reformado debe ser irrenunciable, porque en él se forja el futuro.

Emir Sader
Emir Sader (profesor universitario brasileño). Opina que la izquierda centroeuropea está muy por detrás de la izquierda Latinoamericana. La socialdemocracia europea ha cedido a lo que él llama El neocolonialismo intelectual. Y dice al respecto: Cada vez presentan menos interés los análisis que no desembocan en propuestas concretas de trasformación de la realidad. Las posturas críticas permanecen en el plano de teorías intrascendentes, sin ninguna capacidad de adueñarse de la realidad concreta, menos todavía de transformarla. Para retomar el viejo y siempre actual esquema: sus ideas jamás se transforman en fuerza material, porque nunca penetran en las masas.


Masas que son portadoras inconscientes de la aceptación resignada de una herencia histórica basada en la desigualdad social causada por el poder dominante y en la desigualdad de género causada por el dominio de la cultura machista. Si bien hay literatura abundante sobre el primer aspecto, habría que preguntarse por qué no se analiza a fondo el segundo, su persistencia memética, y actuar en consecuencia. Ineludiblemente por parte de la izquierda, que históricamente ha dejado en el cajón del olvido la revolución feminista, quizás por considerarla, erróneamente, un obstáculo para llevar a cabo la revolución política. Cambiar el paradigma es difícil porque tiene raíces biológicas transferidas al inconsciente colectivo. Es injusto y un grave error sacar de la lucha por los derechos humanos la lucha por la igualdad de género. La consecuencia más trágica es la violencia machista, que perdura por el arropamiento de los allegados que, atrapados en la pulsión de dominio del hombre, se resisten a aceptar la posibilidad del delito, sumiendo en el sufrimiento a la víctima.

Marta Harnecker
Marta Harnecker (Izquierda social). Esto dice a propósito de luchar contra la hegemonía cultural del neoliberalismo: Es necesario armar la conciencia de la gente, formar en ella una capacidad de distanciamiento crítico. En este sentido pienso que el más importante dique de contención es el patrimonio cultural de cada país y el papel que juega la educación, tanto escolar como familiar, en la formación de los valores. Es importante sacudirse el falso y patriotero conocimiento de nuestro pasado y recuperar, para la memoria histórica y la acción política, el pensamiento emancipador de los mejores protagonistas de la Historia de España.

Rosa Luxemburgo
Rosa Luxemburgo consideraba que el descubrir que el sistema favorece al poder en contra de los trabajadores es un buen ejemplo de lo que ella llama la escuela política viva, sin renunciar a la formación de la clase trabajadora.  Ahora bien,  las clases; ¿se forman en la acción o son formadas?  Marx hablaba de la clase en sí transformada en clase para sí, es decir la clase como objeto convertida en sujeto de su transformación.





Conclusión

De todo lo recopilado se deduce que la compleja tarea de dinamizar ese proceso eficaz de transformación (históricamente fracasada) social, política y económica, que debe protagonizar el pueblo soberano, necesita acometerse con sabiduría, convencimiento y determinación. Con más acción en la calle, más movilizaciones, sin dejar de aspirar a ejercer un contrapoder, pero no olvidemos que son solo medios al servicio de unos fines. Es ineludible penetrar en todos los ámbitos sociales. Hay que tocar las teclas adecuadas para que suene la música emancipadora en la familia, en la escuela, en la universidad, en el trabajo, en las instituciones: se trata de activar esa “escuela política viva” para la defensa de los derechos ciudadanos. Porque, entre tanto, el sistema capitalista, con su potente cultura consumista, lanza, a los cimientos mismos de lo que debería ser una educación para el pueblo, andanadas de contenidos favorables a los intereses especulativos de las oligarquías mediante la implantación de la educación financiera, ferias de emprendedores (ya desde Primaria), informes PISA con evaluaciones imponiendo criterios de la OCDE... A lo que se suma la imposición de doctrinas religiosas machistas y segregacionistas por género, dogmas creacionistas... etcétera. Sin olvidar el carácter rutinario y convencional de los sucesivos sistemas educativos, pese al duro trabajo de excepcionales docentes.

Quien conozca la situación actual de la docencia podría responder a esta pregunta: Después de ver lo que se nos viene encima, ¿qué se puede hacer con rigor, aprovechando la dinámica de la marcha verde, en el ámbito de las comunidades educativas para impulsar el proceso de cambio para que las nuevas generaciones recuperen los valores éticos y los principios de libertad, igualdad y actitud crítica requeridos para que en el futuro la mayoría consiga por sí y para sí la ansiada justicia social y de género?

Si esta propuesta de educación ciudadana inmediata, que quiere mirar también hacia las generaciones futuras, fuera considerada una quimera; si las revoluciones terminan finalmente rendidas ante el capitalismo, ¿qué hacer?; ¿Son suficientes los buenos análisis políticos y económicos de la izquierda, para consumo interno, cargados a menudo de indignada retórica?  Aunque hay que ser justos y reconocer que quienes se esfuerzan para cambiar la situación, con los naturales errores humanos y culturales, que hay que corregir, suelen hacer frente con tesón a los problemas en la más absoluta e ingrata soledad. A años luz de la mayoría soñada.

Lucien Febvre
Pero eso no debe aplazar el momento de conocer a fondo los problemas de nuestro tiempo y buscar el modo en que sea posible la lucha colectiva y una educación, integral de verdad y del niño al anciano, que nos lleve a profundizar la vida democrática y a conseguir la igualdad real entre hombres y mujeres. Falta gente comprometida en esta lucha, es cierto, sobre todo hay que preguntarse, como el compañero Julio, clamando: ¿Dónde están los intelectuales? A esos se refiere Lucien Febvre, en suCombates por la historia, a los que llama hombres con sangre de rana. Si la mayoría del pueblo no rema en la misma dirección hasta conseguir emanciparse de los poderes oligárquicos, ¿cuál será el futuro? ¡Ojo! ¡El capitalismo, con la mercantilización de la vida, puede que esté forjando una nueva identidad genética! ¡Vean! ¡Vean!






No hay comentarios:

Publicar un comentario