Poesía

CÓRDOBA, MI LUGAR


Casi apagada, la imagen cobalto
del místico laberinto
deshila el silencio.
La palidez disfraza la plazuela
con difusas geometrías
de velo felino.
Bajo las gateras curvas de luna,
al mar de olores puntuales,
van cascadas de cal.
Un flujo de melodías amables
inunda cada calleja
y trastorna el aire.
Agua y arena dejan de latir,
la eternidad se condensa,
el ánimo goza.
Lo tangible se hace espiritual
y te penetra y levitas
como pluma de ángel.

A este universo redondo asiste
desconcertado el letrero
de la kodacfoto.

                J. C. H.
                   Córdoba 2004

Comentario
      Magnífico poema, querido amigo Pepe: esas siete estrofas en versos blancos, distribuidos en estrofas de tres versos, con ritmo de cantidad en 11-8-7, imprimen al poema una equlibrada variedad rítmica. El poema lo has organizado en dos partes, claramente diferenciadas: seis estrofas primeras en las que lo objetivo se tranforma en vida contemplada estéticamente hasta llegar al mayor gozo climático, identificado en un TÚ sociativo que nos acoge a todos los lectores (te penetra y levitas), y una segunda parte, los tres versos finales, extraordinariamente conseguida, pues el universo contemplado se empequeñece ante la lente fotográfica que, personalizada, queda estupefacta ante tanta sensualidad (vista, olfato, oído, la acertada metáfora sinestésia "cascadas de cal", etc...) .

      Las construcciones en "coupling" (Samuel R . Levin) justifican el buen hacer poético del creador de estos versos, conocedor, sin duda, de la técnica, y poseedor de un demostrado estro poético: imagen cobalto-místico laberinto; difusas geometrías-velo felino (estructuras en quiasmo: sustantivo-adjetivo/adjetivo-sustantivo); paralelísticas otras veces: gateras curvas-olores puntuales-melodías amables-universo redondo...Los verbos de las últimas estrofas, situados en el axis rítmico (dejan de latir, se condensa, goza, levitas, asiste) imprimen al poema, en esta parte final, toda una confidencialidad activa con el lector. En fin, un hermoso poema, que te agradezco que me hayas enviado. Lo leeré públicamente en los foros en los que suelo leer algunos poemas con ocasión de fechas claves.  
Un abrazo
José Luis Pérez Fuillerat


  LOS DESAMPARADOS  

Brutal lenguaje de puños armados,
alevines de Caín inconscientes,
reflejan sus pupilas relucientes
infiernos de sus lechos calcinados.

Asoman cada día repeinados,
con efímera tregua entre los dientes
y con sus mudas caras inocentes
te piden el milagro confiados

Cambias pedagogía por ternura,
desterrando el amargo desaliento
y se llena de magia la mañana.

El aula se te inunda de frescura
y buscas desconfiado del momento
si un ángel te ayudó por la ventana. 
                                               JCH. 2000



A Mª Nieves Urcelay

Cuando se truncó tu vida
quizá nadie lo esperaba,
pero nunca olvidaremos
el ejemplo que nos dabas.

Era digno de admirar
tu contagiosa alegría,
simplemente, para ti,
la tristeza no existía.

Tu actitud nos levantaba
el ánimo diariamente,
con tu sincera sonrisa,
aunque riñera Clemente.

Tu espíritu, siempre inquieto,
te llevaba a conocer
los lugares más diversos.
Tu curiosidad surcaba
mares de ilusión y sueños.

Y cansada de viajar
por este mísero suelo,
te fuiste para explorar
hasta el mismísimo Cielo.

A veces, cuando cantamos,
nos parece oír tu voz,
que la tenemos grabada
muy dentro del corazón.

Miramos hacia tu sitio
pero tú, allí no estás,
porque ahora perteneces
al gran coro celestial.

                                                 Carmen M. C. - Córdoba 21-12-2011